martes, 21 de junio de 2011

Allí estaba una vez más él y su sonrisa


Aspiramos a conseguir la felicidad. Cuando la tenemos no la sabemos aprovechar. Queremos más y más,por mucho que tengamos. No nos conformamos, discutimos por niñerías, gritamos lloramos y nos recordamos lo infelices que somos.
Una persona me hizo ver que no todo es pesimismo. Que la suerte muchas veces aparece cuando menos la esperas. Esa persona me hizo ver que hay un mundo más allá de los malos momentos y de las desilusiones. Esa persona me abrió los ojos y me tendió su mano después de muchos tropezones. Él lleva casi tres años conmigo, lo sé practicamente todo de él y eso no me impide seguir buscando en lo más recóndito de su persona. Son esas ganas que le pone a todo lo que hace las que me atraparon un día y son las mismas ganas e ilusión las que hacen que cada día necesite más aprender con él. Porque muchas veces la felicidad está tan cerca que cuesta verla...